viernes, 11 de diciembre de 2015
domingo, 2 de agosto de 2015
LOS ANIMALES
15:33
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LOS ANIMALES
El Reino de los Animales está formado por más de un millón de especies diferentes. Los Animales se caracterizan porque pueden desplazarse, son heterótrofos (se alimentan de plantas o de otros animales), tienen sensibilidad y responden muy rapidamente a los cambios de su entorno.
Los animales se diferencian unos de otros según
su tipo de alimentación y
así pueden ser carnívoros, herviboros o omnívoros,
según su desarrollo embrionario
y así pueden ser ovíparos o vivíparos, según
el
medio en que viven pueden ser acuáticos
o terrestres y según su esqueleto.
Los Animales se clasifican en dos grandes grupos : los animales Vertebrados y los animales Invertebrados, según posean o no esqueleto interno.
Los Animales Invertebrados conforman el grupo más numeroso de los animales. Los Invertebrados se dividen en muchos grupos más pequeños. Los más importantes son los Poríferos, Celentéreos, Gusanos, Artrópodos, Moluscos y Equinodermos.
Los Animales Vertebrados se dividen en cinco grupos dependiendo del recubrimiento de su piel, el tipo de extremidades y la forma de reproducirse. Los grupos son: Anfíbios, Reptiles, Peces, Aves y Mamíferos.
LAS PLANTAS
15:31
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LAS PLANTAS
¿Qué son las plantas?
Las plantas son seres vivos que producen su
propio alimento mediante el proceso de la fotosíntesis. Ellas captan la
energía de la luz del sol a través de la clorofila y convierten el
dióxido de carbono y el agua en azúcares que utilizan como fuente de
energía.
Partes de una planta:
Raíz: su función es fijar a la planta. Mediante ella las plantas obtienen nutrientes del suelo.
Tallo: es el que le da soporte
a la planta; algunos tallos son delgados y flexibles, otros, como los
de los árboles, son leñosos y duros.
Hoja: es la estructura donde se realiza la fotosíntesis y la respiración.
Flor: es el órgano reproductor. En su interior posee todos los órganos que necesita para fabricar el fruto y la semilla.
|
15:28
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Aparato respiratorio
Aparato respiratorio | ||
---|---|---|
![]() |
||
Latín | [TA]: systema respiratorium | |
TA | A06.0.00.000 | |
TH | H3.05.00.0.00001 | |
Función | Cambio de gases entre el cuerpo y la atmósfera. | |
Estructuras básicas |
Tráquea, pulmones. | |
[editar datos en Wikidata] |
El intercambio de gases es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, del ser vivo con su medio. Dentro del sistema alveolar de los pulmones, las moléculas de oxígeno y dióxido de carbono se intercambian pasivamente, por difusión, entre el entorno gaseoso y la sangre. Así, el sistema respiratorio facilita la oxigenación con la remoción contaminante del dióxido de carbono y otros gases que son desechos del metabolismo y de la circulación. El sistema respiratorio también ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases en el cuerpo a través de la eficiente eliminación de dióxido de carbono de la sangre.
En organismos simples
Los protozoarios (organismos unicelulares), así como hidras y las medusas
(organismos pluricelulares que están compuestas por dos capas de
células), respiran a través de su membrana celular (por medio de difusión) y la mitocondria (véase respiración celular).
En organismos complejos
Los insectos, en cambio, bombean aire directamente a los tejidos corporales por medio de una red de tubos, llamados tráqueas, que se abren a los costados del cuerpo. La zona final del sistema traqueal está formada por finísimos conductos denominados traqueolas.
Los peces introducen agua a través de su boca bañando las branquias donde captan oxígeno y liberan el dióxido de carbono; luego expulsan el agua a través del opérculo (una abertura que tienen a cada lado del cuerpo).
Los anfibios
mudan su sistema respiratorio durante su paso desde su vida acuática
(cuando son jóvenes) a la terrestre (cuando son adultos). Así, los
renacuajos respiran por medio de branquias, igual que los peces; pero
una vez realizada la metamorfosis (por ejemplo como ranas o sapos)
respiran por medio de pulmones y en algunos casos, por la respiración cutánea.
En las aves, los órganos que intervienen en la respiración son
llamados sacos aéreos, que están comunicados con los pulmones. Estos
"sacos" sirven para almacenar el aire, pero no extraen el oxígeno,
mientras que los pulmones si lo hacen. Existen sacos aéreos anteriores
situados en la cavidad torácica y los sacos posteriores situados en el
abdomen.
En el ser humano
En humanos, el sistema respiratorio consiste en las vías aéreas,
pulmones y músculos respiratorios, que provocan el movimiento del aire
tanto hacia adentro como hacia afuera del cuerpo. El intercambio de
gases es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, del cuerpo con
su medio. Dentro del sistema alveolar de los pulmones, las moléculas de
oxígeno y dióxido de carbono se intercambian pasivamente, por difusión,
entre el entorno gaseoso y la sangre. Así, el sistema respiratorio
facilita la oxigenación con la remoción contaminante del dióxido de
carbono (y otros gases que son desechos del metabolismo) de la
circulación.
El sistema también ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases
en el cuerpo a través de la eficiente remoción de dióxido de carbono de
la sangre.
El hombre utiliza respiración pulmonar, su aparato respiratorio consta de:
- Sistema de conducción: fosas nasales, boca, epiglotis, faringe, laringe, tráquea, bronquios principales, bronquios lobulares, bronquios segmentarios y bronquiolos.
- Sistema de intercambio: conductos y los sacos alveolares. El espacio muerto anatómico, o zona no respiratoria (no hay intercambios gaseosos) del árbol bronquial incluye las 16 primeras generaciones bronquiales, siendo su volumen de unos 150 ml.
La función del aparato respiratorio consiste en desplazar volúmenes
de aire desde la atmósfera a los pulmones y viceversa. Lo anterior es
posible gracias a un proceso conocido como ventilación.
La ventilación es un proceso cíclico y consta de dos etapas: la inspiración, que es la entrada de aire a los pulmones, y la espiración,
que es la salida. La inspiración es un fenómeno activo, caracterizado
por el aumento del volumen torácico que provoca una presión
intrapulmonar negativa y determina el desplazamiento de aire desde el
exterior hacia los pulmones. La contracción de los músculos
inspiratorios principales, diafragma e intercostales externos, es la
responsable de este proceso. Una vez que la presión intrapulmonar iguala
a la atmosférica, la inspiración se detiene y entonces, gracias a la
fuerza elástica de la caja torácica, esta se retrae, generando una
presión positiva que supera a la atmosférica y determinando la salida de
aire desde los pulmones.
En condiciones normales la respiración es un proceso pasivo. Los
músculos respiratorios activos son capaces de disminuir aún más el
volumen intratorácico y aumentar la cantidad de aire que se desplaza al
exterior, lo que ocurre en la espiración forzada.
Mientras este ciclo ventilario ocurre, en los sacos alveolares, los gases contenidos en el aire que participan en el intercambio gaseoso, oxígeno y dióxido de carbono, difunden a favor de su gradiente de concentración, de lo que resulta la oxigenación y detoxificación de la sangre.
El volumen de aire que entra y sale del pulmón por minuto, tiene cierta sincronía con el sistema cardiovascular y el ritmo circadiano (como disminución de la frecuencia de inhalación/exhalación durante la noche y en estado de vigilia/sueño). Variando entre 6 a 80 litros (dependiendo de la demanda).
Se debe tener cuidado con los peligros que implica la ventilación pulmonar ya que junto con el aire
también entran partículas sólidas que puede obstruir y/o intoxicar al
organismo. Las de mayor tamaño son atrapadas por los vellos y el
material mucoso de la nariz
y del tracto respiratorio, que luego son extraídas por el movimiento
ciliar hasta que son tragadas, escupidas o estornudadas. A nivel
bronquial, por carecer de cilios, se emplean macrófagos y fagocitos para la limpieza de partículas.
Control de la ventilación
La ventilación es controlada de forma muy cuidadosa y permite la
regulación del intercambio gaseoso, es decir que los niveles normales de
PaO2 y PaCO2 arteriales se mantengan dentro de límites estrechos a pesar de que las demandas de captación de O2 y eliminación de CO2
varían mucho. El sistema respiratorio se puede considerar un sistema de
control de lazo cerrado ya que posee un grupo de componentes que regula
su propia conducta, estos componentes pueden ser clasificados como:
sensores que reúnen información y con ella alimentan al controlador
central, en el encéfalo, que coordina la información y a su vez envía
impulsos hacia los músculos respiratorios efectores, que causan la
ventilación.
- Sensores (entradas)
Los sensores protagonistas en el control de la respiración son los
quimiorreceptores, estos responden a los cambios en la composición
química de la sangre u otro líquido. Se han clasificado anatómicamente
como centrales y periféricos.
- Quimiorreceptores centrales cerca de la superficie ventral del bulbo raquideo están rodeados por el líquido extracelular del cerebro y responden a los cambios de H+ en ese líquido. El nivel de CO2 en la sangre regula la ventilación principalmente por su efecto sobre el pH del LCR.
- Quimiorreceptores periféricos se hallan dentro de los cuerpos carotídeos, en la bifurcación de las arterias carótidas primitivas, y en los cuerpos aórticos por encima y por debajo del cayado aórtico, estos responden al descenso de la PO2 arterial y al aumento de la pCO2 y de los H+, estos son los responsables de cualquier aumento de la ventilación en el ser humano como respuesta de la hipoxemia arterial.
En los pulmones también existen receptores sensoriales que
intervienen en el control del calibre de las vías aéreas, la secreción
bronquial, así como en la liberación de mediadores por las células
cebadas u otras células inflamatorias, esta información llega a los
centros superiores a través de las fibras sensoriales del nervio vago.
Los receptores asociados a la vía vagal son los siguientes:
- Receptores de estiramiento pulmonar en el músculo liso de las vías aéreas, producen impulsos cuando se distiende el pulmón, y su actividad persiste mientras el mismo se encuentre insuflado.
- Receptores de sustancias irritantes entre las células epiteliales de las vías aéreas y son estimulados por gases nocivos y aire frío.2
- Receptores J o yuxtacapilares las terminaciones nerviosas de estas fibras se encuentran situadas en el parénquima pulmonar en la vecindad de las paredes alveolares y los capilares pulmonares, son estimulados por el edema y la fibrosis pulmonar intersticio y dan lugar a la sensación de disnea en estos pacientes, además se señala que tiene un importante papel en la regulación de la secreción de surfactante pulmonar.3
Existen otros receptores correspondientes al sistema de control
respiratorio o que de alguna manera pueden modificar la frecuencia
ventilatoria:
- Receptores nasales y de las vías aéreas superiores la nariz, la nasofaringe, la laringe y la tráquea poseen receptores que responden a la estimulación mecánica y química. Se les atribuyen diversas respuestas reflejas, como estornudos, tos y broncoconstricción.
- Barorreceptores arteriales los barorreceptores de la aorta y los senos carotídeos por el aumento de la presión arterial puede causar hipoventilación o apnea reflejas. La disminución de la presión arterial causará hiperventilación.
- Dolor y temperatura La estimulación de muchos nervios aferentes puede general cambios en la ventilación. El dolor muchas veces causa un período de apnea seguido de hiperventilación. El calentamiento de la piel puede causar hiperventilación.
- Controlador central
El control de la ventilación es una compleja interconexión de
múltiples regiones en el cerebro que inervan a los diferentes músculos
encargados de la ventilación pulmonar. El proceso automático normal de
la respiración se origina en impulsos que provienen del tallo cerebral,
sin embargo, se puede tener cierto control voluntario dentro de
determinados límites ya que los estímulos de la corteza se pueden
priorizar respecto a los del tallo cerebral.2
- Tallo cerebral periodicidad de la inspiración y espiración es
controlada por neuronas ubicadas en la protuberancia y en el bulbo
raquídeo, a estas se les denomina los Centros respiratorios, es un conjunto algo indefinido de neuronas con diversos componentes.
- Centros respiratorios bulbares: la región dorsal del bulbo está asociada con la inspiración, estas son las responsables del ritmo básico de la ventilación, y la región ventral con la espiración.
- Centro apneústico: se ubica en la parte inferior de la protuberancia. Los impulsos desde este centro tienen un efecto excitador sobre el área inspiratoria del bulbo.
- Centro neumotáxico: parte superior de la protuberancia en este centro se desactiva o inhibe la inspiración y así se regula el volumen inspiratorio y consecuentemente la frecuencia respiratoria.
- Corteza: en cierta medida la ventilación tiene un carácter voluntario, la hiperventilación voluntaria puede disminuir a la mitad la PCO2, si bien la alcalosis consiguiente puede causar tetania con contracción de los músculos de las manos y los pies, sin embargo la hipoventilación voluntaria es más difícil, el tiempo durante el cual se puede retener la respiración es limitado, por diversos factores, incluyendo la PCO2 y la PO2 arteriales.
- Otras partes del cerebro: sistema límbico y el hipotálamo, pueden afectar el patrón de la respiración, por ejemplo en alteraciones emocionales.
- Efectores (salidas)
Como actuadores del sistema respiratorio están el diafragma, los
músculos intercostales, abdominales y los músculos accesorios. En el
contexto del control de la ventilación es fundamental que estos diversos
grupos trabajen conjuntamente en forma coordinada. Hay evidencias de
que en algunos neonatos, en particular los prematuros, existe falta de
coordinación en la actividad de los músculos respiratorios, en especial
durante el sueño. Por ejemplo, los músculos torácicos pueden realizar el
trabajo inspiratorio mientras los músculos abdominales efectúan el
trabajo espiratorio.
Adaptación a alturas
El organismo siempre conserva una atracción inspirada de oxígeno de 21 % (FiO2)
porque la composición de la tierra es constante pero a medida que va
aumentando la altitud irá bajando la presión atmosférica y por lo tanto
la concentración de oxígeno que inspiramos también disminuirá.
Se da entonces el fenómeno de la hipoxia cuyas consecuencias son:
- Inmediatas
Hay taquicardia y aumento del gasto cardíaco, aumento de la resistencia de la arteria pulmonar, hiperventilación (que si es excesiva puede llevar a una alcalosis metabólica), cambios psicóticos, el aumento de la frecuencia respiratoria y aumento de la presión venosa es por aumento del tono enérgico.
- Crónicas
Aumento de la masa de glóbulos rojos,
aumento del p50, compensación renal de la alcalosis respiratoria,
aumento de la densidad de capilares musculares y aumento del número de mitocondrias y sus enzimas oxidativas.
Definición de los órganos
- Vía nasal: Consiste en dos amplias cavidades cuya función es permitir la entrada del aire, el cual se humedece, filtra y calienta a una determinada temperatura a través de unas estructuras llamadas cornetes.
- Faringe: Conducto muscular membranoso, que ayuda a que el aire se vierta hacia las vías aéreas inferiores. Se divide en: Nasofaringe, Orofaringe y Laringofaringe.
- Epiglotis: Cartílago perteneciente a la faringe, impide el paso de alimentos a la laringe durante la deglución. Funciona como una "tapa" al impedir que los alimentos entren en la laringe y en la tráquea al tragar, durante la deglución. También marca el límite entre la orofaringe y la laringofaringe.
- Laringe: Conducto cuya función principal es la filtración del aire inspirado. Además, permite el paso de aire hacia la tráquea y los pulmones, y también tiene la función de órgano fonador al pasar el aire por las cuerdas vocales, produciendo el sonido.
- Tráquea: Brinda una vía abierta al aire inhalado y exhalado desde los pulmones.
- Bronquio: Conducto tubular fibrocartilaginoso que conduce el aire desde la tráquea hasta los bronquiolos.
- Bronquiolo: Conducto que conduce el aire desde los bronquios hasta los alvéolos.
- Alvéolo: Divertículo terminal del árbol bronquial donde se produce la hematosis (Permite el intercambio gaseoso entre el aire inspirado y la sangre, de manera que en su interior la sangre elimina el dióxido de carbono y recoge oxígeno).
- Pulmones: Órganos cuya función es realizar el intercambio gaseoso con la sangre, por ello los alvéolos están en estrecho contacto con los capilares.
- Músculos intercostales: Músculos torácicos cuya función principal es la de movilizar un volumen de aire que sirva para, tras un intercambio gaseoso apropiado, aportar oxígeno a los diferentes tejidos.
- Diafragma: Músculo que separa la cavidad torácica (pulmones, mediastino, etc.) de la cavidad abdominal (intestinos, estómago, hígado, etc.). Interviene en la respiración, descendiendo la presión dentro de la cavidad torácica y aumentando el volumen durante la inhalación y aumentando la presión y disminuyendo el volumen durante la exhalación. Este proceso se lleva a cabo, principalmente, mediante la contracción y relajación del diafragma.
Las vías nasales se conforman de:
- Células sensitivas.
- Nervio olfativo.
- Pituitaria.
- Cornetes.
- Fosas nasales.
Cifras gasométricas en sangre
- PaO2: Presión arterial de oxígeno. Medida en mmHg o kPa (equivalencias en SI).
- PaCO2: Presión arterial de dióxido de carbono.
- PACO2: Presión alveolar de dióxido de carbono.
- PAO2: Presión alveolar de oxígeno.
- Presión alveolar de oxígeno (PAO2)= PiO2- PaCO2/R
- PiO2: Presión inspiratoria de oxígeno.
- A nivel del mar esto supone: [(760-47)×FiO2]
- R: Cociente respiratorio, aproximadamente 0,8 (relación entre consumo de O2 (VO2) y producción de CO2 (VCO2))
- FiO2: Fracción inspiratoria de oxígeno (aprox. 21 %, a nivel del mar).
- Para calcular los valores normales de la D(A-a)O2, en función de la edad se puede emplear la siguiente ecuación: D(A-a)O2= 2,5 + (0,21 × edad). En el nivel del mar, la presión parcial ejercida por el contenido de vapor de agua es de 47 mmHg y la del dióxido de carbono es de 40 mmHg, lo que hace que la presión del aire alveolar seco sea de 713 mmHg (760 − 47 = 713).
- VA: Ventilación alveolar, es la diferencia entre la ventilación pulmonar y la ventilación del espacio muerto.
15:22
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El Sistema Nervioso
El Sistema Nervioso,
el más completo y desconocido de todos los que conforman
el cuerpo humano,
asegura junto con el Sistema
Endocrino, las funciones de
control del
organismo.
Capaz de recibir e integrar innumerables datos procedentes de los distintos órganos sensoriales para lograr una respuesta del cuerpo, el Sistema Nervioso se encarga por lo general de controlar las actividades rápidas. Además, el Sistema Nervioso es el responsable de las funciones intelectivas, como la memoria, las emociones o las voliciones.
Su constitución anatómica es muy compleja, y las células que lo componen, a diferencia de las del resto del organismo, carecen de capacidad regenerativa.
A continuación se dará a conocer todo lo relacionado con el sistema Nervioso Central.
Capaz de recibir e integrar innumerables datos procedentes de los distintos órganos sensoriales para lograr una respuesta del cuerpo, el Sistema Nervioso se encarga por lo general de controlar las actividades rápidas. Además, el Sistema Nervioso es el responsable de las funciones intelectivas, como la memoria, las emociones o las voliciones.
Su constitución anatómica es muy compleja, y las células que lo componen, a diferencia de las del resto del organismo, carecen de capacidad regenerativa.
A continuación se dará a conocer todo lo relacionado con el sistema Nervioso Central.
El ser humano está dotado de mecanismos
nerviosos, a través de los cuales recibe información de las alteraciones que ocurren
en su ambiente
externo e interno y de otros, que le permiten reaccionar a la
información de forma adecuada. Por medio de
estos mecanismos ve y oye, actúa, analiza, organiza y
guarda en su encéfalo registros de sus
experiencias.
Estos mecanismos nerviosos están configurados en líneas de comunicación llamadas en su conjunto sistema nervioso
El sistema nervioso se divide en:
Sistema nervioso central:
Comprende:
Estos mecanismos nerviosos están configurados en líneas de comunicación llamadas en su conjunto sistema nervioso
El sistema nervioso se divide en:
Sistema nervioso central:
Comprende:
- Encéfalo.
- Médula Espinal.
Se le llama también "de la vida en
relación" porque sus funciones son:
- Percibir los estímulos procedentes del mundo exterior.
- Transmitir los impulsos nerviosos sensitivos a los centros de elaboración.
- Producción de los impulsos efectores o de gobierno.
- Transmisión de estos impulsos efectores a los músculos esqueléticos.
Sistema nervioso periférico:
Comprende:
Comprende:
- Nervios craneales.
- Nervios raquídeos.
Tiene como función
recibir y transmitir, hacia el sistema nervioso central los
impulsos sensitivos, y hacia los órganos efectores los
impulsos motores.
Sistema nervioso vegetativo:
Comprende:
Sistema nervioso vegetativo:
Comprende:
- Tronco simpático: formado por cordones nerviosos que se extienden longitudinalmente a lo largo del cuello, tórax y abdomen a cada lado de la columna vertebral.
- Ganglios periféricos. (Los ganglios son grupos de cuerpos celulares).
Aparato circulatorio
15:03
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La sangreLa sangre es el fluido que circula por todo el organismo a través del sistema circulatorio, formado por el corazón y un sistema de tubos o vasos, los vasos sanguíneos. Pulsa aquí para ver y oír otra divertida explicación.La sangre describe dos circuitos complementarios llamados circulación mayor o general y menor o pulmonar...La sangre es un tejido líquido, compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas (sales minerales) disueltas, que forman el plasma sanguíneo y tres tipos de elementos formes o células sanguíneas: glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Una gota de sangre contiene aproximadamente unos 5 millones de glóbulos rojos, de 5.000 a 10.000 glóbulos blancos y alrededor de 250.000 plaquetas.El plasma sanguíneo es la parte líquida de la sangre. Es salado, de color amarillento y en él flotan los demás componentes de la sangre, también lleva los alimentos y las sustancias de desecho recogidas de las células. El plasma cuando se coagula la sangre, origina el suero sanguíneo.Los glóbulos rojos, también denominados eritrocitos o hematíes, se encargan de la distribución del oxígeno molecular (O2). Tienen forma de disco bicóncavo y son tan pequeños que en cada milímetro cúbico hay cuatro a cinco millones, midiendo unas siete micras de diámetro. No tienen núcleo, por lo que se consideran células muertas. Los hematíes tienen un pigmento rojizo llamado hemoglobina que les sirve para transportar el oxígeno desde los pulmones a las células. Una insuficiente fabricación de hemoglobina o de glóbulos rojos por parte del organismo, da lugar a una anemia, de etiología variable, pues puede deberse a un déficit nutricional, a un defecto genético o a diversas causas más.Los glóbulos blancos o leucocitos tienen una destacada función en el Sistema Inmunológico al efectuar trabajos de limpieza (fagocitos) y defensa (linfocitos). Son mayores que los hematíes, pero menos numerosos (unos siete mil por milímetro cúbico), son células vivas que se trasladan, se salen de los capilares y se dedican a destruir los microbios y las células muertas que encuentran por el organismo. También producen anticuerpos que neutralizan los microbios que producen las enfermedades infecciosas.Las plaquetas son fragmentos de células muy pequeños, sirven para taponar las heridas y evitar hemorragias.
El corazón
El corazón es un órgano hueco, del tamaño del puño, encerrado en la cavidad torácica, en el centro del pecho, entre los pulmones, sobre el diafragma, dando nombre a la "entrada" del estómago o cardias. Histológicamente en el corazón se distinguen tres capas de diferentes tejidos que, del interior al exterior se denominan endocardio, miocardio y pericardio. El endocardio está formado por un tejido epitelial de revestimiento que se continúa con el endotelio del interior de los vasos sanguíneos. El miocardio es la capa más voluminosa, estando constituido por tejido muscular de un tipo especial llamado tejido muscular cardíaco. El pericardio envuelve al corazón completamente.
El corazón está dividido en dos mitades que no se comunican entre sí: una derecha y otra izquierda, La mitad derecha siempre contiene sangre pobre en oxígeno, procedente de las venas cava superior e inferior, mientras que la mitad izquierda del corazón siempre posee sangre rica en oxígeno y que, procedente de las venas pulmonares, será distribuida para oxigenar los tejidos del organismo a partir de las ramificaciones de la gran arteria aorta.En algunas cardiopatías congénitas persiste una comunicación entre las dos mitades del corazón, con la consiguiente mezcla de sangre rica y pobre en oxígeno, al no cerrarse completamente el tabique interventricular durante el desarrollo fetal.
Cada mitad del corazón presenta una cavidad superior, la aurícula, y otra inferior o ventrículo, de paredes musculares muy desarrolladas. Existen, pues, dos aurículas: derecha e izquierda, y dos ventrículos: derecho e izquierdo. Entre la aurícula y el ventrículo de la misma mitad cardiaca existen unas válvulas llamadas válvulas aurículoventriculares (tricúspide y mitral, en la mitad derecha e izquierda respectivamente) que se abren y cierran continuamente, permitiendo o impidiendo el flujo sanguíneo desde el ventrículo a su correspondiente aurícula.Cuando las gruesas paredes musculares de un ventrículo se contraen (sístole ventricular), la válvula auriculoventricular correspondiente se cierra, impidiendo el paso de sangre hacia la aurícula, con lo que la sangre fluye con fuerza hacia las arterias. Cuando un ventrículo se relaja, al mismo tiempo la aurícula se contrae, fluyendo la sangre por esta sístole auricular y por la abertura de la válvula auriculoventricular.
Como una bomba, el corazón impulsa la sangre por todo el organismo, realizando su trabajo en fases sucesivas. Primero se llenan las cámaras superiores o aurículas, luego se contraen, se abren las válvulas y la sangre entra en las cavidades inferiores o ventrículos. Cuando están llenos, los ventrículos se contraen e impulsan la sangre hacia las arterias. El corazón late unas setenta veces por minuto gracias a su marcapasos natural y bombea todos los días unos 10.000 litros de sangre.Ver también:
- Funcionamiento Del Corazón: sístole y diástole con gráfico animado.
- Funcionamiento Del Corazón: el marcapasos del corazón con gráfico animado.
- La frecuencia cardiaca y sus alteraciones: las arritmias.
Los vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos (arterias, capilares y venas) son conductos musculares elásticos que distribuyen y recogen la sangre de todos los rincones del cuerpo. Se denominan arterias a aquellos vasos sanguíneos que llevan la sangre, ya sea rica o pobre en oxígeno, desde el corazón hasta los órganos corporales. Las grandes arterias que salen desde los ventrículos del corazón van ramificándose y haciéndose más finas hasta que por fin se convierten en capilares, vasos tan finos que a través de ellos se realiza el intercambio gaseoso y de sustancias entre la sangre y los tejidos. Una vez que este intercambio sangre-tejidos a través de la red capilar, los capilares van reuniéndose en vénulas y venas por donde la sangre regresa a las aurículas del corazón.Las Arterias
Son vasos gruesos y elásticos que nacen en los Ventrículos aportan sangre a los órganos del cuerpo por ellas circula la sangre a presión debido a la elasticidad de las paredes.
Del corazón salen dos Arterias :
- Arteria Pulmonar que sale del Ventrículo derecho y lleva la sangre a los pulmones.
- Arteria Aorta sale del Ventrículo izquierdo y se ramifica, de esta ultima arteria salen otras principales entre las que se encuentran:
- Las carótidas: Aportan sangre oxigenada a la cabeza.
- Subclavias: Aportan sangre oxigenada a los brazos.
- Hepática: Aporta sangre oxigenada al hígado.
- Esplénica: Aporta sangre oxigenada al bazo.
- Mesentéricas: Aportan sangre oxigenada al intestino.
- Renales: Aportan sangre oxigenada a los riñones.
-
Ilíacas: Aportan sangre oxigenada a las piernas.
Los Capilares
Son vasos sumamente delgados en que se dividen las arterias y que penetran por todos los órganos del cuerpo, al unirse de nuevo forman las venas.![](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_uTYdh3VBsFsCmXHW1xOqS4M2i-v3eN8Jl1vaedtV_IkZ3yPBXcEEE1rtjfZvpSe90OShqSUZjVJmKyQEilIacLnTAR4msT_c2A-tuiD5awQubCBVu_y8dEeIQ_HeVLpwZ_9zCxoHlw1pwfdS8drw=s0-d)
Las VenasSon vasos sumamente delgados en que se dividen las arterias y que penetran por todos los órganos del cuerpo, al unirse de nuevo forman las venas.
Son vasos de paredes delgadas y poco elásticas que recogen la sangre y la devuelven al corazón, desembocan en las Aurículas. En la Aurícula derecha desembocan :
La Cava superior formada por las yugulares que vienen de la cabeza y
las subclavias (venas) que proceden de los miembros superiores.
La Cava inferior a la que van las Ilíacas que vienen de las piernas, las renales de los riñones, y la suprahepática del hígado.
La Coronaria que rodea el corazón.
En la Aurícula izquierda desemboca las cuatro venas pulmonares que traen sangre desde los pulmones y que curiosamente es sangre arterial.
A la izquierda puedes ver una buena imagen que te dará una visión global del Aparato Circulatorio, con las arterias y venas más importantes y el sentido de la circulación sanguínea. Recuerda que, por definición, las arterias "salen del corazón" y las venas "llegan al corazón", independientemente de que lleven sangre rica en oxígeno (color rojo) o pobre en oxígeno (color azul). Así, por ejemplo, la gran arteria aorta y sus ramificaciones llevan sangre rica en oxígeno (color rojo), mientras que la arteria pulmonar lleva sangre pobre en oxígeno (color azul).
El
Sistema Linfático
La linfa es un
líquido incoloro formado por plasma sanguíneo y por glóbulos blancos, en realidad es la
parte de la sangre que se escapa o sobra de los capilares sanguíneos al ser estos
porosos.
Los vasos linfáticas
tienen forma de rosario por las muchas válvulas que llevan, también tienen unos
abultamientos llamados ganglios que se notan sobre todo en
las axilas, ingle, cuello etc. En ellos se originan los glóbulos blancos. Pulsa aquí para ver una explicación gráfica de la estructura de los
vasos y ganglios linfáticos. Y pulsa aquí para ver otro
gráfico.
sábado, 1 de agosto de 2015
El aparato digestivo
21:38
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El aparato digestivo está formado por el tracto digestivo, una serie de órganos huecos que forman un largo y tortuoso tubo que va de la boca al ano, y otros órganos que ayudan al cuerpo a transformar y absorber los alimentos
Los órganos que forman el tracto digestivo son la boca, el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso (también llamado colon), el recto y el ano. El interior de estos órganos huecos está revestido por una membrana llamada mucosa. La mucosa de la boca, el estómago y el intestino delgado contiene glándulas diminutas que producen jugos que contribuyen a la digestión de los alimentos. El tracto digestivo también contiene una capa muscular suave que ayuda a transformar los alimentos y transportarlos a lo largo del tubo.
El aparato digestivo.
Otros dos órganos digestivos “macizos”, el hígado y el páncreas, producen jugos que llegan al intestino a través de pequeños tubos llamados conductos. La vesícula biliar almacena los jugos digestivos del hígado hasta que son necesarios en el intestino. Algunos componentes de los sistemas nervioso y circulatorio también juegan un papel importante en el aparato digestivo.
¿Por qué es importante la digestión?
Cuando comemos alimentos como pan, carne y vegetales, éstos no están en una forma que el cuerpo pueda utilizar para nutrirse. Los alimentos y bebidas que consumimos deben transformarse en moléculas más pequeñas de nutrientes antes de ser absorbidos hacia la sangre y transportados a las células de todo el cuerpo. La digestión es el proceso mediante el cual los alimentos y las bebidas se descomponen en sus partes más pequeñas para que el cuerpo pueda usarlos como fuente de energía, y para formar y alimentar las células.
¿Cómo se digieren los alimentos?
La digestión comprende la mezcla de los alimentos, su paso a través del tracto digestivo y la descomposición química de las moléculas grandes en moléculas más pequeñas. Comienza en la boca, cuando masticamos y comemos, y termina en el intestino delgado.
Paso de los alimentos a través del aparato digestivo
Los órganos grandes y huecos del tracto digestivo poseen una capa muscular que permite que sus paredes se muevan. El movimiento de estas paredes puede impulsar los alimentos y los líquidos, y mezclar el contenido dentro de cada órgano. Los alimentos pasan de un órgano a otro mediante un movimiento muscular que se llama peristaltismo. La acción del peristaltismo se parece a la de una ola del mar moviéndose por el músculo. El músculo del órgano se contrae estrechándose y después mueve lentamente la porción contraída hacia la parte inferior del órgano. Estas ondas alternadas de contracciones y relajaciones empujan los alimentos y los líquidos a través de cada órgano.
El primer movimiento muscular importante ocurre cuando ingerimos alimentos o líquidos. Aunque el ingerir es parte de un proceso voluntario, en cuanto empieza se vuelve involuntaria y pasa a estar bajo el control de los nervios.
Los alimentos que acabamos de ingerir pasan al siguiente órgano que es el esófago, que conecta la garganta con el estómago. En la unión del esófago y el estómago hay una válvula en forma de anillo llamada válvula pilórica que cierra el paso entre los dos órganos. Sin embargo, a medida que los alimentos se acercan al anillo cerrado, los músculos que lo rodean se relajan y permiten el paso al estómago.
El estómago debe realizar tres tareas mecánicas. Primero, debe almacenar los alimentos y los líquidos ingeridos. Para ello, el músculo de la parte superior del estómago debe relajarse y aceptar volúmenes grandes de material ingerido. La segunda tarea es mezclar los alimentos, los líquidos y el jugo digestivo producido por el estómago. La acción muscular de la parte inferior del estómago se encarga de esto. La tercera tarea del estómago es vaciar su contenido lentamente en el intestino delgado.
Varios factores afectan el proceso de vaciar el estómago, como el tipo de los alimentos y el grado de actividad muscular del estómago y del intestino delgado. Los carbohidratos, por ejemplo, son los que pasan la menor cantidad de tiempo en el estómago, mientras que las proteínas permanecen más tiempo, y las grasas son las que pasan la mayor cantidad de tiempo. A medida que los alimentos se digieren en el intestino delgado y se disuelven en los jugos del páncreas, el hígado y el intestino, el contenido intestinal se va mezclando y avanzando para facilitar la digestión posterior.
Finalmente, todos los nutrientes digeridos se absorben a través de las paredes intestinales y se transportan a todo el cuerpo. Los productos de desecho de este proceso comprenden partes no digeridas de los alimentos, conocidas como fibra, y células viejas que se han desprendido de la mucosa. Estos materiales son impulsados hacia el colon, donde permanecen hasta que se expulsa la materia fecal durante la deposición.
La producción de los jugos digestivos
Las glándulas digestivas que actúan primero son las glándulas salivares de la boca. La saliva que producen las glándulas contiene una enzima que comienza a digerir el almidón de los alimentos y lo transforma en moléculas más pequeñas. Una enzima es una sustancia que acelera las reacciones químicas en el cuerpo.
El siguiente grupo de glándulas digestivas está en la membrana que tapiza el estómago. Éstas producen ácido y una enzima que digiere las proteínas. Una gruesa capa de moco tapiza la mucosa y evita que la acción acídica del jugo digestivo disuelva el tejido del estómago. En la mayoría de las personas, la mucosa estomacal puede resistir el jugo, a diferencia de los alimentos y de otros tejidos del cuerpo.
Después de que el estómago vierte los alimentos y su jugo en el intestino delgado, los jugos de otros dos órganos se mezclan con los alimentos para continuar el proceso. Uno de esos órganos es el páncreas, cuyo jugo contiene un gran número de enzimas que descomponen los carbohidratos, las grasas y las proteínas de los alimentos. Otras enzimas que participan activamente en el proceso provienen de glándulas en la pared intestinal.
El segundo órgano, el hígado, produce la bilis, otro jugo digestivo. La bilis se almacena en la vesícula biliar entre las comidas. Cuando comemos, la bilis sale de la vesícula por las vías biliares al intestino y se mezcla con las grasas de los alimentos. Los ácidos biliares disuelven las grasas en el contenido acuoso del intestino, casi del mismo modo que los detergentes disuelven la grasa de una sartén. Después de que las grasas se disuelven, las enzimas del páncreas y de la mucosa intestinal las digieren.
Absorción y transporte de los nutrientes
La mayoría de las moléculas digeridas de los alimentos, y el agua y los minerales provenientes de la dieta se absorben a través del intestino delgado. La mucosa del intestino delgado contiene muchos pliegues cubiertos de proyecciones diminutas llamadas vellosidades. Éstas sucesivamente están cubiertas de proyecciones microscópicas llamadas microvellosidades. Estas estructuras crean una superficie amplia a través de la cual se pueden absorber los nutrientes. Hay células especializadas que permiten que los materiales absorbidos atraviesen la mucosa y pasen a la sangre, que los distribuye a otras partes del cuerpo para almacenarlos o para que pasen por otras modificaciones químicas. Esta parte del proceso varía según los diferentes tipos de nutrientes.
Carbohidratos. La Dietary Guidelines for Americans 2005 (que en español significa pautas dietarias de 2005 para los estadounidenses) recomienda que entre el 45 y 65 por ciento de las calorías diarias provengan de carbohidratos. Algunos de los alimentos ricos en carbohidratos son el pan, las papas, los frijoles o guisantes secos, el arroz, la pasta, las frutas y los vegetales. Muchos de estos alimentos contienen al mismo tiempo fécula y fibra.
Los carbohidratos digeribles (fécula y azúcar) se descomponen en moléculas más sencillas por la acción de las enzimas de la saliva, del jugo pancreático y de la mucosa intestinal. La fécula se digiere en dos etapas: primero, una enzima de la saliva y del jugo pancreático lo descompone en moléculas de maltosa; luego una enzima de la mucosa del intestino delgado divide la maltosa en moléculas de glucosa que pueden absorberse en la sangre. La glucosa va por el torrente sanguíneo al hígado, en donde se almacena o se utiliza como fuente de energía para las funciones del cuerpo.
Los azúcares se digieren en un solo paso. Una enzima de la mucosa del intestino delgado digiere la sacarosa, también llamada azúcar común, y la convierte en glucosa y fructosa, cada una de las cuales puede absorberse en el intestino y pasar a la sangre. La leche contiene lactosa, otro tipo de azúcar que se transforma en moléculas fáciles de absorber mediante la acción de otra enzima que se encuentra en la mucosa intestinal.
La fibra no se puede digerir y pasa por el tracto digestivo sin ser transformada por las enzimas. Muchos alimentos contienen fibra soluble e insoluble. La fibra soluble se disuelve fácilmente en agua y adquiere una textura blanda, como un gel, en el intestino. La fibra insoluble, por el contrario, pasa por el intestino casi sin modificación.
Proteína. Los alimentos como carne, huevos y frijoles están formados por moléculas enormes de proteínas que deben ser digeridas por enzimas antes de que se puedan utilizar para producir y reparar los tejidos del cuerpo. Una enzima del jugo gástrico comienza la digestión de las proteínas que comemos. El proceso termina en el intestino delgado. Allí, varias enzimas del jugo pancreático y de la mucosa intestinal descomponen las enormes moléculas en unas mucho más pequeñas, llamadas aminoácidos. Éstos pueden absorberse en el intestino delgado y pasar a la sangre, que los lleva a todas partes del cuerpo para producir las paredes celulares y otros componentes de las células.
Grasa. Las moléculas de grasa son una importante fuente de energía para el cuerpo. El primer paso en la digestión de una grasa como la mantequilla es disolverla en el contenido acuoso del intestino. Los ácidos biliares producidos por el hígado disuelven la grasa en gotitas muy pequeñas y permiten que las enzimas pancreáticas e intestinales descompongan sus grandes moléculas en moléculas más pequeñas. Algunas de éstas son los ácidos grasos y el colesterol. Los ácidos biliares se unen a los ácidos grasos y al colesterol y los ayudan a pasar al interior de las células de la mucosa. En estas células, las moléculas pequeñas vuelven a formar moléculas grandes, la mayoría de las cuales pasan a los vasos linfáticos cercanos al intestino. Estos vasos llevan las grasas modificadas a las venas del tórax y la sangre las transporta hacia los lugares de depósito en distintas partes del cuerpo.
Vitaminas. Otra parte fundamental de los alimentos son las vitaminas, que se absorben en el intestino delgado. Estas sustancias químicas se agrupan en dos clases, según el líquido en el que se disuelven: vitaminas hidrosolubles (todas las vitaminas de complejo B y la vitamina C) y vitaminas liposolubles (las vitaminas A, D E y K). Las vitaminas liposolubles se almacenan en el hígado y en el tejido adiposo del cuerpo, mientras que las vitaminas hidrosolubles no se almacenan fácilmente y su exceso se elimina en la orina.
Agua y sal. La mayoría del material que se absorbe a través del intestino delgado es agua, en la que hay sal disuelta. El agua y la sal vienen de los alimentos y líquidos que consumimos y de los jugos secretados por las glándulas digestivas.
¿Cómo se controla el proceso digestivo?
Reguladores hormonales
Las principales hormonas que controlan las funciones del aparato digestivo se producen y se liberan a través de las células de la mucosa del estómago y del intestino delgado. Estas hormonas se liberan en la sangre del tracto digestivo, regresan al corazón y por las arterias, y de nuevo hacia el aparato digestivo, en donde estimulan la producción de los jugos digestivos y provocan el movimiento de los órganos.
Las principales hormonas que controlan la digestión son la gastrina, la secretina y la colecistocinina.
- La gastrina hace que el estómago produzca un ácido que disuelve y digiere algunos alimentos. Es necesaria también para el crecimiento celular normal de la mucosa del estómago, el intestino delgado y el colon.
- La secretina hace que el páncreas secrete un jugo digestivo rico en bicarbonato. El bicarbonato ayuda a neutralizar el contenido ácido del estómago cuando entran en el intestino delgado. Además estimula al estómago para que produzca pepsina, una enzima que digiere las proteínas, y al hígado para que produzca bilis.
- La colecistocinina (“CCK” en inglés) hace que el páncreas produzca las enzimas del jugo pancreático, y hace que la vesícula biliar se vacíe. También fomenta el crecimiento celular normal del páncreas.
Otras hormonas del aparato digestivo regulan el apetito:
- La grelina se produce en el estómago y el intestino delgado y estimula el apetito cuando no hay alimentos en el aparato digestivo.
- El péptido YY se produce en el tracto digestivo en respuesta al alimento e inhibe el apetito.
Ambas hormonas actúan sobre el cerebro para regular el consumo de alimentos para obtener energía. Los investigadores están estudiando otras hormonas que pueden participar en la inhibición del apetito, incluidos el péptido 1 similar al glucagón (“GPL-1” en inglés), la oxintomodulina (“OXM” en inglés) y el polipéptido pancreático (“PPY” en inglés).
Reguladores nerviosos
Dos clases de nervios controlan la acción del aparato digestivo.
Los nervios extrínsecos (de afuera) llegan a los órganos digestivos desde el cerebro o desde la médula espinal y provocan la liberación de dos sustancias químicas: la acetilcolina y la adrenalina. La acetilcolina hace que los músculos de los órganos digestivos se contraigan con más fuerza y empujen mejor los alimentos y líquidos a través del tracto digestivo. También hace que el estómago y el páncreas produzcan más jugo digestivo. La adrenalina tiene el efecto opuesto, relajando el músculo del estómago y de los intestinos y disminuyendo el flujo de sangre a estos órganos, retardando o deteniendo la digestión.
Los nervios intrínsecos (de adentro) forman una red muy densa incrustada en las paredes del esófago, el estómago, el intestino delgado y el colon. La acción de estos nervios se desencadena cuando las paredes de los órganos huecos se estiran con la presencia de los alimentos. Liberan muchas sustancias diferentes que aceleran o retrasan el movimiento de los alimentos y la producción de jugos en los órganos digestivos.
Juntos, los nervios, las hormonas, la sangre y los órganos del aparato digestivo llevan a cabo las tareas complejas de digerir y absorber nutrientes de los alimentos y los líquidos que se consumen todos los días.
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